El último informe de la consultora LLYC apunta a una vandalización del diálogo sobre la igualdad en redes y a la paulatina desaparición de debates sin insultos ni mentiras.
“Unos te llaman puta y otras intentan explicar la realidad con datos y argumentos”. Esa frase de Luisa García, socia y CEO Corporate Affairs de la consultora LLYC, condensa bien gran parte de lo que está pasando en redes ―y fuera de las redes― en torno al antifeminismo: una vandalización de la conversación sobre la igualdad en la que este grupo contrario a los avances de los derechos de las mujeres está en gran parte politizado, cada vez más organizado y radicalizado, es agresivo e irreflexivo al hablar, hace uso de mentiras y manipulación de estadísticas y disemina su discurso con mensajes simples y que apelan a emociones negativas como el odio…
…“Todo esto hace sumamente difícil la tarea, el cambio”, arguye Luisa García. ¿Y ahora? La socia de LLYC se remite a la primera conclusión a la que apuntó: “Ahora, un momento en el que los algoritmos premian el ruido, hay que hablar, hay que volver a explicarlo una y otra vez, hay que insistir: en el feminismo”. Y a duplicar las voces, “más liderazgos de opinión más variados para evitar que cuatro se conviertan en un pararrayos”…